Scoop, entretenida pero vacía

Después de ver otras películas de Woody Allen, Scoop se queda pequeña. El dormilón, La Rosa Purpura del Cairo, Annie Hall, Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y no se atrevió a preguntar...todas ellas son películas con un cierto toque disparatado o estrambótico, pero además son capaces de comunicar, de sacar a relucir algunas inquietudes del director. Scoop, sin embargo, se queda en una película simplemente entretenida.

Sandra Pransky (Scarlett Johansson) es una estudiante americana de periodismo que se encuentra en Londrés visitando a unos amigos. Durante un espectáculo de magia, recibe la inesperada visita de un difunto periodista que le da información sobre una serie de asesinatos y le pide que los investigue. A partir de este momento comienzan a darse, una tras otra, innumerables situaciones y escenas en las que, alguna que otra vez, Woody Allen nos deleita con frases ocurrentes, divertidas y con su característico toque ácido: "Yo me crié en la confesión israelita, pero al hacerme adulto me convertí al narcisismo", "Tenía mujer, pero me plantó, aunque no puedas creerlo. Dijo que yo era infantil y que nunca maduraría. Y yo tenía un buen argumento, podía haberla machacado, pero levanté la mano y no me dio la palabra".

En definitiva, una película entretenida, con una buena actuación de Woody Allen y de Scarlett Johansson y con algunas pinceladas de buen humor y sarcasmo(marca de la casa), pero vacia en la historia y algo superficial. Un film sin más pretensiones que hacernos pasar un buen rato y robarnos una carcajada, pero eso si, con humor inteligente y alguna que otra situación extravagante.

Fran
CINESOBREPAPEL.TK